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lunes, 23 de mayo de 2011

REFLEXOLOGIA INFANTIL

texto de Ángeles Hinojosa, experta en Reflexología podal infantil, el cual me parece muy ilustrativo e interesante para papás y mamás:
Cuando se trata a un bebé se le pueden solucionar problemas de gases en el vientre, estreñimiento o diarreas; cuando el niño ya va a la guardería le puede aliviar problemas de nerviosismo o angustia y, si en el momento de pasar después al colegio, nuestro hijo experimeta depresión, esta técnica le ayudará a recuperar la confianza perdida. En general, con este método se fortalece la salud y se tratan numerosos trastornos.
No se me ocurre una mejor forma de escribir sobre la reflexología que compartiendo mis propias experiencias con ella y hacerlo desde el corazón, que es el único lugar desde el que me es posible comunicarme. La mayor parte de mi experiencia con la reflexología ha sido a través de mis hijas. Ellas me proporcionaron una fuente inagotable de resultados positivos diarios. Siempre dispuestas a entregarme sus pies. Al principio alucinaba con cada resultado hasta que poco a poco me fui acostumbrando a ello. Ayudé a mis hijas en todas las dificultades que se presentaron en su infancia y adolescencia. Actualmente, sigo apoyándolas con la reflexología podal en todos los conflictos físicos por los que atraviesan sus organismos. Qué duda cabe que ellas es con lo primero que cuentan cuando necesitan ayuda.
A través de mis hijas aprendí que había actuaciones que yo tenía que cambiar con respecto a cuidar de su salud. Quería conectarlas con sus cuerpos y las necesidades de éstos ante las adversidades. Aprendí que no es bueno cortar su fiebre porque la temperatura de la sangre le está ayudando a defenderse del virus, la bacteria que le está invadiendo. Que tampoco es bueno cortar la tos y los mocos porque son recursos que el organismo emplea para liberarse también de lo que le agrede y sobre todo aprendí, que cuando a un niño o niña se le trabajan los pies ante un resfriado, unas amígdalas, un dolor de tripa… entiende que su organismo contiene recursos que están trabajando a su favor, que no siempre hay que recurrir a los medicamentos que tienen una gran cantidad de efectos secundarios y dejan el cuerpo maltrecho después del tratamiento.
Yo estaba maravillada con el hallazgo y utilizaba la reflexología cada vez que ellas tenían la más pequeña alteración. Me gustaría invitar a padres y madres a implicarse y a disfrutar de unos niños sanos y felices.
Los primeros días, semanas y meses del recién nacido son tan complicados para él como para los padres. A los padres les resulta difícil averiguar qué es lo que le pasa o reclama el bebé, ya que éste no puede expresarse si no es a través del llanto. A pesar de que el padre/madre intuya lo que le ocurre, se pueden sentir impotentes para solucionarlo. No se sabe qué hacer cuando el bebé tiene gases en la tripa, no puede conciliar el sueño o le «duelen» las encías durante la dentición.
En ocasiones, lo único que el bebé necesita, y por eso lo reclama, es que papá o mamá le acunen en sus brazos para sentirse protegido y contenido. En cualquiera de estas ocasiones, la Reflexología Podal puede ser un aliado perfecto, pues aunque no esté claro lo que necesita, la sensación de sentir que le atiendes será suficiente; tus manos en su piel serán como un bálsamo. Casos concretos en los que puedes ayudar a tu bebé con esta técnica son, entre otros: gases en el vientre, estreñimiento, diarreas, intranquilidad, insomnio, resfriado, gripe, otitis, dentición, etc.
Cuando el niño tiene que salir de casa para asistir al jardín de infancia se presenta un problema muy común, tanto para los niños como para los padres: los primeros se sienten abandonados y los segundos se suelen quedar con un gran sentimiento de culpabilidad por «abandonarlos». Por la noche el niño temiendo que llegue mañana y de nuevo se quede solo, pasa la noche nervioso y angustiado, por lo que le costará conciliar el sueño.
En esos casos, cuando el niño regresa a casa, la Reflexología Podal es una buena forma de acercamiento y le ofrece a los padres la posibilidad de hacer llegar al niño la sensación de contacto y apoyo. También el contacto con otros niños ocasiona a veces problemas víricos como resfriados, gripes, etc.
Tanto en uno como en otros casos, esta técnica representa una posibilidad de ayudar al niño a pasar esas nuevas experiencias. Llega el día en que el niño, que más o menos se ha acostumbrado al jardín de infancia, deja éste y tiene que asistir al colegio. Esto le supone conocer un lugar nuevo, diferentes compañeros y nuevos profesores; también otro método de estudio, el cual incluye el tener que dar cuenta de lo que está aprendiendo (exámenes) tanto a sus profesores como a sus papás.
Todo este proceso ocasiona en la mayoría de los niños no pocas angustias y «depresiones», ya que es en estos casos donde el niño empieza a sentir con más claridad que tiene que cumplir con estos «requisitos» para que se le valore y se le quiera. Es una época de la infancia donde el niño empieza a conectar con la dura realidad de que tiene que ser responsable de cosas que hasta ahora no le habían exigido que lo fuera. Tiene también menos tiempo para hacer lo que quiere, pues los tan temidos deberes hacen su aparición, robándole aún más tiempo libre para jugar.

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