"Cada vez que sientas que está surgiendo la ira, cierra la habitación, pon una almohada frente a ti y enfádate con la almohada. Las almohadas son casi como Budas, no reaccionan, ¿de acuerdo? Y no se vengarán.
Cuando hayas golpeado bien a la almohada y te hayas quedado a gusto, inclínate ante la almohada y pídele perdón. Hay que respetar también a las cosas. El respeto se debería convertir en tu estilo de vida, y no debería haber ninguna distinción entre personas y cosas.
Así que utiliza una almohada, no te enfades con nadie... hay que sacar la ira con una almohada. No sigas almacenándola, sácala. En cuanto seas consciente de ella, sácala.
Al cabo de UN MES, cuando haya desaparecido por completo la ira, empezarás a sentir una nueva vida, te volverás casi ingrávido. La ira es tu peso, está sobre tu cabeza como una roca, pesada, aplastándote. Una vez que la elimines, empezarás a moverte, casi podrás volar..."
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